La aterosclerosis, una conocida enfermedad arterial prevalente, ocasiona el deterioro
progresivo de los vasos afectados provocando reducción del flujo sanguíneo con diversas
complicaciones, y los síntomas suelen manifestarse en estadios avanzados de la enfermedad.
En este sentido, las clásicas alternativas terapéuticas resultan insuficientes debido al carácter
muchas veces irreversible del dano˜ provocado. Por lo tanto, emerge la necesidad de implementar
novedosas formas más eficaces para administrar fármacos y también el desarrollo de nuevas
dianas terapéuticas que reduzcan la progresión de la lesión aterosclerótica. Además, resulta
de especial interés la implementación de nuevas herramientas para la prevención, diagnóstico
y tratamiento de esta patología cardiovascular, focalizando la atención en lograr un mejor control
sobre el sistema inmunológico.
En esta revisión se pone en relieve el conocimiento actual
sobre la nanotecnología como una alternativa terapéutica potencial, moderna y prometedora,
aplicada a la patología aterosclerótica, pero se advierte también sobre posibles complicaciones
de su uso.
La enfermedad aterosclerótica se caracteriza por presentar
arterias con paredes engrosadas y rígidas, desregulación
del metabolismo de los lípidos y formación de la placa
característica. Aquí, la restricción del flujo sanguíneo y
la eventual rotura de la propia placa pueden conducir a
episodios letales10. La formación de la placa es un proceso
biológico complejo que incluye disfunción endotelial,
infiltración de macrófagos, expresión de factores inflamatorios,
neovascularización, remodelación de la íntima y media,
entre los fenómenos más destacados
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