Resulta de suma importancia ampliar nuestro conocimiento
actual sobre prevención, diagnóstico y tratamiento de la
enfermedad aterosclerótica, dado que la misma puede
desencadenarse no solo en ausencia de hábitos saludables
y de actividad física adecuados, sino también como
consecuencia de otro tipo de factores no tradicionales fundamentalmente
relacionados con el sistema inmune.
La nanotecnología y la farmacología constituyen 2 ramas
del conocimiento que pueden aprovecharse tanto en forma
individual como conjunta para disenar ˜ nuevas alternativas
terapéuticas que abarquen de manera más completa el aná-
lisis de enfermedades multifactoriales y letales, como es
el caso de la aterosclerosis.
En este sentido, los aportes a
los tratamientos convencionales incluyen la utilización de
nanopartículas portadoras de fármacos antiinflamatorios, el
mejoramiento de la eficacia de los stents, la combinación
con células madre y la vectorización dirigida con moléculas
específicas. Asimismo, el mejoramiento del diagnóstico de
la enfermedad combinando nanoestructuras con fluoróforos
u otras sustancias plantea un campo de estudio interesante y
de alta aplicabilidad. Finalmente, se deben considerar también
las desventajas y los posibles efectos perjudiciales que
estas metodologías pueden plantear.
La nanomedicina como aplicación de la nanotecnología en
el tratamiento, diagnóstico, seguimiento y control de los
sistemas biológicos resulta una inédita herramienta de la
medicina aplicada a patologías como la aterosclerosis y
permite además superar las barreras de entrega de los
productos farmacéuticos tradicionales. Por otra parte, la
biocompatibilidad y la biodegradabilidad inherentes a los
materiales utilizados en nanomedicina hacen que esta tecnología
sea especialmente atractiva para su utilización
in vivo.
Otra aplicación de interés de la nanomedicina respecto
al tratamiento de patologías cardiovasculares se encuentra
relacionada con la solución que ofrece la nanotecnología
frente a la aparición de complicaciones asociadas a la utilización
de stents vasculares. La endotelización incompleta,
la adhesión celular de la sangre a los stents vasculares y
la inflamación de las arterias pueden conducir a la trombosis
aguda del stent. En este sentido, se ha demostrado que
la administración sistémica de ácido acetilsalicílico disminuye
la disfunción endotelial, reduciendo potencialmente la
formación de trombos, mejorando la vasodilatación e inhibiendo
la progresión de la aterosclerosis.
Del mismo modo,
la administración de antiinflamatorios no esteroideos tales
como meclofenamato, mefenamato, flufenamato y aspirina
en ratones ateroscleróticos redujo significativamente el
infiltrado inflamatorio en las lesiones, disminuyendo simultáneamente
los niveles de esteatosis y colesterol en suero22.
Sin embargo, estos resultados se ven minimizados por la gran
cantidad de efectos secundarios como casos de hemorragia
digestiva en pacientes a los que se les administra esta terapia.
La aterosclerosis, una conocida enfermedad arterial prevalente, ocasiona el deterioro
progresivo de los vasos afectados provocando reducción del flujo sanguíneo con diversas
complicaciones, y los síntomas suelen manifestarse en estadios avanzados de la enfermedad.
En este sentido, las clásicas alternativas terapéuticas resultan insuficientes debido al carácter
muchas veces irreversible del dano˜ provocado. Por lo tanto, emerge la necesidad de implementar
novedosas formas más eficaces para administrar fármacos y también el desarrollo de nuevas
dianas terapéuticas que reduzcan la progresión de la lesión aterosclerótica. Además, resulta
de especial interés la implementación de nuevas herramientas para la prevención, diagnóstico
y tratamiento de esta patología cardiovascular, focalizando la atención en lograr un mejor control
sobre el sistema inmunológico.
En esta revisión se pone en relieve el conocimiento actual
sobre la nanotecnología como una alternativa terapéutica potencial, moderna y prometedora,
aplicada a la patología aterosclerótica, pero se advierte también sobre posibles complicaciones
de su uso.
La enfermedad aterosclerótica se caracteriza por presentar
arterias con paredes engrosadas y rígidas, desregulación
del metabolismo de los lípidos y formación de la placa
característica. Aquí, la restricción del flujo sanguíneo y
la eventual rotura de la propia placa pueden conducir a
episodios letales10. La formación de la placa es un proceso
biológico complejo que incluye disfunción endotelial,
infiltración de macrófagos, expresión de factores inflamatorios,
neovascularización, remodelación de la íntima y media,
entre los fenómenos más destacados